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“El Anzuelo”

Sosteniendo una conversación con un sacerdote del municipio de Guerra Provincia Puerto Plata, me comentaba como fue que el se ordenó en las investiduras de sacerdote para la iglesia católica.

Dentro de sus comentarios quede impactado cuando me dice:

– Bueno, cuando muchacho, un seminarista fue a mi campo a evangelizar, tiró al azar el anzuelo, donde había muchos jóvenes. Y… Aquí estoy yo, jajaja. Mordí el anzuelo…-

Porque les cuento que fui impactado por este comentario realizado por el sacerdote, bueno sencillo, porque todo en la vida que hacemos emprendedores, negociantes, comerciantes y empresarios, es sencillamente tirar las redes o el anzuelo para nosotros pescar.

¿Ahora bien, nos hemos puesto a pensar que cuando lanzo la red o el anzuelo, lo hago con una genuina intención de que lo que persigo será de beneficio para mi y todo mi entorno?

En la vida (como esta historia del seminarista que fue a evangelizar y capturo a un nuevo sacerdote), tenemos que saber muy bien lo que decimos, HACEMOS (si en mayúscula) y lo que pensamos, ya que cuando estamos en esa labor de búsqueda, de pesca en forma incansable para poder conseguir lo que buscamos. Nuestra actitud (más que la aptitud), es lo que servirá de referente para que ese objetivo que estamos buscando pueda ser logrado y que muchos nos vean como lideres y de ejemplos.

¿Que vivimos fallando, que tenemos esta y que otra deficiencia? Si, es cierto, porque todos somos imperfectos no somos infalibles. Pero si somos responsables, con carácter, gallardía y sobre todo con un corazón el cual desea y siente siempre hacer las cosas bien desde la primera vez.

Si el seminarista no hubiese hecho bien las cosas desde el momento que lanzo el anzuelo, lo mas probable que nos hubiésemos perdido de la excelente calidad del sacerdote que hoy engrosa las filas de la iglesia católica. Y así como ese sacerdote ingreso, así el ha tirado el anzuelo para que muchas y muchos sigan llegando.

Aprovecho para decirles que también todo esfuerzo que hagamos por lanzar el anzuelo requiere de paciencia, calma y espera de lograr capturar lo que anhelamos y buscamos incesantemente.

Por lo que emprendedor, negociante, comerciante, empresario, prepara tu red y tu anzuelo pero asegúrate que lo que estas buscando, esto llene tu corazón y sea de bien para toda la colectividad. Si no, de que sirvió o de que servimos.

Termino este Blog con la siguiente frase de  Jean Jacques Rousseau:

“La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce”

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